viernes, 16 de septiembre de 2011

"La muerte, es el estado de desconsideracion mas absoluta, de niño la madre le llevaba junto a sus hermanos a visitar a la abuela,cada semana,  la que habitaba en una pequeña pero lujosa morada, ostentosa como una catedral y pese a llevarle cada Domingo un ramillete de flores, esta nunca se digno a salir recibirlos " 

viernes, 25 de septiembre de 2009

Sin autocritica ( para santiago en 100 palabras 2009)

Se quitaba uno a uno, los pelos que nefastamente aun afloraban sobre su barbilla y acomodaba las adiposidades en el ajustado atuendo, mientras caminaba por calle dieciocho hacia el paradero en Santa Isabel. No comprendía el porque tendría que irse esta vez en micro, siempre lo había hecho en taxi. Pero el dinero ya no alcanzaba.Tomo la D03 y se quedo de pie junto al espejo retrovisor, observándose por todo el trayecto. Tardo un poco al bajar en San Camilo y comprendió todo, desde el fondo de la micro, una voz varonil le grito.
¡Bájate luego, Maricòn feo!

El ragreso (para santiago en 100 palabras 2009)

Fue después de 20 años de curantos y chapaléles que descubrió que caminar por General Holley un Sábado cercano al mediodía, había perdido todo su glamour.

Desubicado (Para Santiago en 100 palabras 2009)

Se detuvo ahí, camino al trabajo, miro la escena y se sintió capaz. Aplicaba, según el, para el oficio. Si se lo proponía podría llegar a ser tan recto, frío e incorruptible como aparentaban tan celebres personajes. Creyó, ingenuamente que en ese espacio tan pluralista y democrático, había un lugar para él. Cuando se disponía a tomar, por derecho, su correspondiente posición, un carabinero, amablemente, lo conmino a entrar en razón. El lugar para el “Obrero de Cobre” no estaba ahí, sino dos cuadras más al oriente, tomo entonces su pala y su taburete y siguió rumbo al Paseo Ahumada.

DEJAVU ( para santiago en 100 palabras 2009)

Deposite mis lagrimas, junto a las roídas flores, me dispuse, presuroso, a encontrar la salida del recinto. Si la tristeza aleja a las personas, ¿será tan grande la pena mía, que la gente pasa por mi lado como si no me viera? Casi en la puerta, la angustia atroz me inunda entero, deshago mis pasos por románicos corredores, bajo las fastuosas escalinatas, hasta sumergirme en un sótano olvidado y oscuro, aquí, frente a un puñado de polvorientas rosas de seda, aparto mi mano las sucias telarañas para encontrar sobre el mármol frió en góticas letras negras tallado mi nombre. Deposite…

EL DESCARNIO

Mientras la una, pelaba y picaba afanosamente los ingredientes para el almuerzo, la otra , a bocanadas intentaba contener el hálito de vida que se le intentaba escapar por la garganta, consiente que en su afán no habría mejoría si no mas bien lo seguro es que alargara mas el tormentoso sufrimiento, que la agobiaba hacia ya mas de 10 meses y la tenia allí en penumbras, atrapada en ese amasijo de huesos, pellejos y fluidos , que le servían de igual manera como calvario y condena carcelaria a la primera.
Esta otra, con cierta sádica ignominia, disfrutaba de ver y sentir a la una allí, atormentada mas que ella ,inclusive, sufriente mas por la cautiva desdicha de tenerla allí, que por los propios achaques de sus años , que no eran pocos, pero de igual manera se mantenía allí, atenta, servil, angustiada por tener a tiempo la comida precisa, los trapos húmedos y el estomago resistente para lavar los vómitos, orines , fecas y otros desechos que esta, sin pudor alguno le liberaba desde su lecho.
La una, en tanto no recordaba donde, cuando ni porque se había adjudicado este compromiso, con mas aspecto de apéndice descompuesta .se le había metido en su casa y en su vida, creía no haberle extendido alguna vez la invitación , solo llego y nunca mas quiso irse y ella temerosa, ya sin la mas mínima autoridad solo acepto a la advenediza, pero, de ese hecho ya había pasado tanto tiempo que los recuerdos se hacían borrosos, desde entonces la mantenía sometida y hasta hace algunos meses era a fuerza de la autoridad despótica y del temor engendrado en la una, la que la mantuvo silenciada. En todo caso siempre habia sido igual desde la mas temprana infancia hasta ahora en que era la sola presencia y el solo saber que estaba allí lo que le infundía el temor y la hacia seguir el ritual de la obediencia silenciosa, esclavizante y no podía menos que seguir allí , piadosa como dios lo pide ,esperando que la divina providencia se apiade de tan vil alma y la libere para poder ella en paz comenzar a vivir en carne propia los tormentos que la vejez le tenia preparados, que seguramente no serian menores , pero que en esta simbiosis nefasta , habían pasado a segundo plano, cuando la otra , quizás por voluntad propia se había avocado a la brutal tarea de la agonía.
Desde hacia ya un tiempo, pensaba que este proceso, la otra lo manejaba a voluntad, con el único propósito de humillarla, atormentarla y arrebatarle también los últimos años de vejez que podía pasar en calma, tras una vida de trabajos y escasez . Aunque no habían evocaciones propias en su memoria, conocía por referencias contadas por las demás, las ya partidas, que de niña ya era martirizada sometiéndola a trabajos que le eran encomendados a la otra , a fuerza de correas y varillazos , teniendo que realizar labores pesadas , por el solo hecho de ser la menor y que con amenazas lograba que no dijera ni reclamara nada, tiempo después y ahora si de esos episodios tenia clara conciencia, siendo adolescente la veía llegar de la capital, con amistades en plan de fiesta , humillando a su madre, con un sin numero de ordenes que debían ser cumplidas a la brevedad, como la vez que trajo gallinas vivas por la mañana y las quería cocinadas para el almuerzo y su madre ya anciana , cual sirvienta, cabeza gacha trabajo hasta la fatiga para complacerla, ella, silenciosa y temerosa le ayudo en lo mas que pudo, pero ese olor a plumas mojadas y quemadas nunca se le aparto de la nariz y para ella , la otra olía a eso, a esa nauseabunda mezcla de olores fétidos. Después de ese almuerzo partió y nunca mas se supo de ella, no escribió, no dio señales de vida, hasta muchos años después, en realidad ahora se le hacia difuso el momento en que reapareció en su vida nuevamente, no lograba recordar cuantos años llevaban bajo el mismo techo, tampoco comprendía desde cuando se transformo en la sombra, la sirvienta y la enfermera de la otra, retomando el temor inducido desde la niñez y que solo se justificaba por ser la ultima en la aparición de crías.
Mientras la una, secaba el sudor de su frente, con el dorso de la mano y seguía en su cotidiana tarea, la otra en un arranque bestial de gemidos mudos, sentía como se iba desprendiendo de su anatomía, por los tobillos, las piernas, las muñecas y los brazos, con un escozor quemante que no le permitía resistirse. Quería un poco mas de permanencia , alargar su estancia en esa cama maloliente, en esa habitación oscura, en todo ese sórdido ambiente, cruel para cualquier ser humano, pero al menos se sentía a salvo, era pavor el que le tenia al juicio de Dios, a la hora final y aunque no lograba encontrar razón al arrepentimiento, sabia que había provocado con sus acciones y sus palabras dolor y sufrimiento de quienes se encontraron o pasaron por su vida, pero, ¿ quien de ellos por un momento, se detuvo a pensar cuanto sufría ella por haber nacido allí, cuanto sufría por sentir el desprecio que le provocaban los suyos? Nadie, ninguno de ellos detuvo su lengua cuando se trataba de hablar de ella a sus espaldas, ninguno dudo en tildarla de mala, rebelde, despreciable y se lo hacían sentir en cada momento, negándole el afecto, apartándose en la vía, haciéndola cada vez mas amarga, “natre” eso era lo que parecía, así le llamaban, así de la mima forma se comportaba. Mientras retenía los tormentosos recuerdos de su vida, en una conciencia cada vez mas debilitada por el descarnio, la una hacia oídos sordos a la angustiosa respiración y los gritos acallados de la agonizante postrada y continuaba su afanosa labor de cocinar, como siempre para dos, ¿por que? , no lo sabia, por la costumbre quizás o en lo mas profundo, por el temor, si , porque aunque la sabia allí apagada, su presencia la intimidaba aun sentía en sus hombros la mirada lacerante y las palabras anulosas y cada día al despertar, no podía deja de sentir la culpa por no acompañarla en sus padecimientos, como si se tratara del mismo ser , hasta ese punto había convertidose en un apéndice una suerte de sombra , una relación de convivencia siamesica, que no le permitía vislumbrar un futuro en libertad, aun así , contaba las horas los minutos y hasta los segundos en una frenética espera de culposa esperanza de liberación.
A cada gemido de la otra, la una ahogaba una sonrisa culposa y al denotar que el momento se acercaba irremediablemente y no contaba con penas en el corazón, cogiò un par de cebollas y procedió a machacar y picarlas con el cuchillo así la irritante acción del picadillo simulara el llanto necesario en tan desafortunado acontecimiento.
Mientras la Una desprendía inducidas lagrimas de agobio, la Otra luchaba a fuerzas de apretados y espumosos dientes contra la imagen sombría que pretendía arrebatarle el aliento y blasfemaba conjuros contra la Una a la que adivinaba cerca, pero distante, despreocupada de sus necesidades, con una irreverencia solapada que le provocaba una impotencia mayor , la quería allí, quería que se plantara a su lado y la acompañara en su sufrir, a poco ella era la mayor y le debía obediencia, quería coger su mano, para absorber así un poco de la vida que le debía , por llevar la misma sangre, esa que tanto padecimientos la hizo pasar en otros tiempos y que ahora se le estaba secando por sus venas. La sangre despreciable, que no le dio contento ni para su ultimo aliento, no le dio chancee de ser ni la primera, ni la ultima, sino nadie, la del medio, la del montón, la que no tenia lugar. Y ahora que necesitaba esa sangre para vencer al monstruo enjuto que la estaba exonerando del cuerpo, la sentía fluir por otras venas y arterias regocijantes de vida en un cuerpo ya también marchito pero vivo, mientras ese trozo de pellejo y huesos que le quedaba a ella no parecía tener relación con el gallardo y firme que alguna vez le perteneció.
Aborrecía la Otra, tanto esa condición de trasto, como la ladina sonrisa que intuía llevaba la una al verle tan pronta a la partida. Se resistía a la muerte, a pesar de las dolorosas arremetidas de la Parca para vencerla en la lucha.
En un instante de dominio errático de su cuerpo, saco un grito gutural, un aullido de auxilio de macabra estridencia que remeció la humedad del cuarto oscuro. Para la Una, que estaba aun en la tarea de la cocina, fue como un puñal clavado en las costillas, se encogió de golpe y soltó el cuchillo, se llevo las manos al vientre y las seco con el delantal raído en un inconciente ejercicio expiatorio de lavado de manos y exoneración de culpas, camino a paso firme, con el corazón latiendo mas fuerte que nunca, se planto en la puerta del dormitorio oscuro y la observo, la tenia allí a un par de metros y aunque la veía pálida, enjuta y con la vista perdida el temor la inundo mas que antes, la sentía mas poderosa y arrogante que en el pasado, la invadió un arrojado impulso por hablarle, por enrostrarle que estaba allí, sola, sufriente, pagando en vida los malos tratos y humillaciones que hizo padecer a los suyos, que la agonía era su clavario y la muerte su sentencia, pero no pudo, no lograba concebirla en su dimensión finita,
Se quedo parada ahí, mirándola, sin convencerse de que el momento que había estado esperando todo este tiempo, se estaba haciendo presente justo en ese instante, frente a sus ojos. La Otra en cambio, convencida, pero resistente, la presentía allí, podía escuchar incluso sus palpitaciones ansiosas, su respiración agitada y su irreverente desidia, buscaba la fuerza necesaria para voltear la cabeza que le había quedado vuelta hacia la pared y enfrentarla con la mirada, que aunque sus ojos en realidad no le enseñaran ya el mundo, sabia le intimidarían y la pondrían en su sitio, pero era difícil concentrar la energía necesaria en ese cuerpo consumido, poco a poco fue sintiendo el frió desapego de sus pies y la gélida evaporación de los humores sanguíneos se le iba acercando cada vez mas al pecho. Ya no se pertenecía en casi nada y aunque la sensación era grata no lograba entregarse del todo y prefería el suplicio de la resistencia, aunque doliera cual azotes con varilla de mimbre, como los que le daba su padre de niña para corregir su rebeldía, esa personalidad sediciosa que la acompañaba hasta ese momento y que la hacia escoger ahora el calvario del sufrimiento a la humillante entrega del ser.
En un ultimo gasto de energía reservada, logro voltear el rostro hacia la puerta, pudo también separar del pecho una de sus manos, extenderla en clara actitud de suplica, y enfrentando sus ojos empañados, como vidrios viejos, con la mirada atónita de la Una., que apoyada en el marco de la puerta no sabia como manejar ese momento, soltó una lagrima fingida. Sabia en su escasa conciencia, que ante ese gesto, ella, debería mantenerse pávida, culpable, sometida al aplacante gesto de la muerte, que por condición de jerarquía, debió llevarla primero.
La Una , recibió la angustiosa mirada y la huesuda mano suplicante y no se pudo contener, en un ademán de desplome se abrazo a la pared y a tientas trato de ordenar su cuerpo y sus pensamientos para poder actuar , cristianamente, como le habían inculcado, guiada por la piedad, el perdón y el auxilio, busco el teléfono y se quedo frente a el inmovilizada y trato de encontrar en su conciencia el dolor necesario para comenzar la tediosa y funesta labor de informar la situación a los pertinentes interesados. Llamo primero al hospital, solicitando una ambulancia, auque sabia que no había necesidad de tal, aun guardaba en su interior la creencia que nada cambiaria mayormente y la otra seguiría allí postrada por siempre, manteniéndola encadenada a su destino hasta que le tocara la hora a ella también. Tras colgar el teléfono se dispuso a llamar a la parentela para informar la situación y solicitar asistencia pues por delante le esperaba mucho esfuerzo físico que no podía sobrellevar, tras terminar las llamadas, se dirigió al antejardín y se sentó en una banca junto a la puerta a esperar… contemplando las plantas y el cielo se quedo quieta y silenciosa, con las manos una sobre la otra y ambas sobre la falda.
La otra en cambio, aun no lograba desprenderse totalmente de su humanidad y aunque el corazón había ya dejado de marcar el tiempo de su existencia, se aferraba a ella en un intento desesperado por no entregarse al descarnio y un rincón del cerebro, de esa masa yerta aun le proporcionaba chispas de información de lo que pasaba en su entorno, denoto así el silencio y la ausencia , distinto a los gritos llantos y desesperación que imaginaba provocaría ese trance ni siquiera una mano que cerciorase su despojo total de vida, nada, estaba ahí abandonada , tiesa, putrefacta y sola. Se dejo llevar entonces por una succión abrasadora que le devolvió los sentidos, pero de una forma distinta, sintiose tan liviana como de niña y comenzó a percibir su entorno como en esas mañanas de niebla, contemplo la habitación oscura y fría, la cama atiborrada de colchas plásticos y ropas viejas, una mesita con la imagen de san Sebastián en un cartón enmohecido y unas palmatorias con velas chorreantes que le daban aun mas ambiente lúgubre al espacio. Fijo la vista en la cama y observo su cuerpo, inerte, con los ojos opacos y el esquelético brazo extendido, lo sintió ajeno, desconocido, no recordaba ya nada de lo que hasta hace un minuto le era familiar. La liviandad que sentía la hacia sentir cómoda giro en todas direcciones buscando un rumbo hasta que se fijo en la luz proveniente de una puerta, se apresuro hacia ella. No sabía bien si flotaba o solo caminaba, no tenia conciencia de algún cuerpo que la acompañara, es mas, no lograba casi reconocerse ni siquiera sabia por que se encontraba allí. Solo sabía que necesitaba algo, algo que estaba pasando la luz de la puerta. Allí donde todo era mucho mas luminoso que en ese espacio en que se encontraba ahora. Sintiendo la alegría sublime de quien no carga el peso de la memoria avanzo hacia el pórtico y de allí a otro portal, más luminoso aun se sintió fuertemente atraída por un magnetismo luminoso que ejercía su llamado con una voz inaudible, a la cual no se podía resistir. Se dejo llevar hacia ella, libre, liviana cómoda. De pronto sintió una curiosidad por ver que era lo que quedaba atrás, volteo la vista y fijo su mirada en ella, allí sentada, placida con un leve gesto de tranquilidad, no logro identificarla, pero su figura le interrumpió el viaje, le invadió un sentimiento oscuro opuso su máxima resistencia y hecho marcha atrás, se le colgó por los hombros y se quedo allí aferrada a su espalda.
Mientras, la Una, allí sentada, ausente escuchaba el ulular de la sirena que le anunciaba que ya llegaba la ambulancia y tras ella, seguramente la parentela. Así que tendría que continuar con las labores de cocina, para alimentar a los que llegaban seguramente hambrientos y fatigados. Hizo el intento de pararse, pero una pesadez en los hombros que le aplastaba también la espalda y le debilitaba las piernas le impidió concretar el movimiento, pensó que, tanto tiempo sufriendo la agonía ajena ,no le había dado cabida a sus propias dolencias con las que según veía, tendría que aprender a vivir de aquí en adelante, camino tambaleante hasta la cocina , mientras buscaba en sus recuerdos algún recurso que le sirviera para rescatar la pena y ponerla en su rostro antes de enfrentar a los parientes , cogio un cuchillo y continuo en su afanosa labor de cocina, pelando y picando los ingredientes del almuerzo.

FIN

miércoles, 14 de enero de 2009

la noche en vela

Si no me lo quieres contar, fingiré, fingiré que duermo. Fingiré que no me he dado cuenta que llegaste a la casa a las once de la noche, cuando deberías estar aquí a mas tardar a las nueve. Fingiré que no me percate que además llegaste sin haber comido, que abriste el refrigerador esperando encontrar el plato servido, que seguramente yo guarde para ti. … y si, como siempre ahí estaba.

Fingiré que no siento los pasos que te conducen al baño y que creyéndome dormida, desde ahí la llamas, susurrándole al teléfono suciedades que finjo no escuchar y que le das las buenas noches y ríen juntos recordando las inmundicias que acaban de realizar. ¡Perra, Sucia, Inmunda! Eso es esa y tu también . pero fijo dormir, aunque mis ojos hinchados ya no pueden botar mas lagrimas, finjo, finjo no escuchar como te acuestas a mi lado y me das un beso frío en la nuca, creyéndome dormida y te das vuelta contra la pared, dándome la espalda de igual forma que te la doy yo, tu por cobarde y yo, …. Yo por lo mismo, por no enfrentarte y decirte lo que siento, que es una mariconada lo que haces conmigo. ¿Crees que no se, que te asquea dormir a mi lado, que quisieras ya cambiarte de cuarto?, ¿Qué te repugna compartir la cama conmigo? ¡Mal agradecido! ¿Crees que no me doy cuanta que me rehuyes, que me quitas la vista cuando te miro a los ojos?, que aprovechas mi ausencia para revolcarte con Esa. ¡Puta, Zorra! ¿crees que no se me aprieta el pecho y me tiritan los labios cuando te siento aquí a mi lado?, tocándote, sobajéandote, seguramente pensando en Esa.

¡Sucia, Hedionda!

Fingiré que no la conozco, que no se quien es, que no me he enterado que te encuentras cada día con ella y que hasta has pensado en dejarme para ir detrás de esa fulana. ¡Dejarme a mi!, que he dejado mis pulmones al aire por ti, para que estés donde estas, claro, pero yo no tengo las carnes firmes como Esa, ¡Puta, Perra, Zorra!

¿Crees que no siento su olor, cuando te metes en mi cama? , ¿Crees que so no me da asco?, ¿que no me doy cuenta de tu rechazo? Antes en los primeros años, no te despegabas de mi cuerpo y dormíamos abrazados, dichosos de tenernos el uno al otro, éramos felices de estar unidos. Pero al pasar del tiempo, todo cambio tan bruscamente y se acabo la tranquilidad, se acabo la paz y se acabo el amor. Llegaron las vagabundas y las tardanzas en llegar, la frialdad de los abrazos y la escasez de los besos. Y yo se por que, ¡porque empezaste a frecuentar zorras! ¿Crees que no lo se?

¿ Crees que no te he visto?, pues te equivocas, te he seguido y te he visto incluso cuando le metías la mano bajo la blusa a esa cualquiera, y ella ponía esa cara de gustosa y te tomaba la cabeza y la ponía entre sus pechos, todo eso en la puerta del burdel que tiene por casa,. ¿Crees que no los vi? ¡Sucios, inmorales! pero recuerda, que fue conmigo con quien aprendiste lo que es una teta, a mi buscabas la comienzo para que te diera cobijo entre mis pechos y sin temor a equivocarme, creo que mientras te revuelcas con esa cualquiera en algún rincón del pensamiento son las mías las que evocas y eso te remuerde la conciencia, por que te sabes sucio, ¡sucio y traicionero! Porque irte con esa, eso es una traición.

Duerme, eso, duerme, duerme mientras yo finjo dormir, así dándonos la espalda, para no verte yo la sonrisa y tú, tú no me veas la rabia. La rabia de sentirte lejos, aunque estés a un brazo de distancia.

Antes te apegabas a mi cuerpo para quedarnos dormidos, ahora me huyes, como si estuviera contaminada, infectada y si, lo estoy, infectada pero de rabia, de impotencia, de no poder gritarte que eres un traidor, maricon, golpearte para que entiendas y dejes a esa fulana y regreses a casa como antes, cuando pasábamos tiempo juntos y tu eras para mi, como yo era para ti.

¿Crees que duermo por las noches?, ¡no, no duermo!, me la paso en vela pensando, imaginando. Y con la furia que me invade, me hago trizas el pecho el corazón y las viseras, y tu, tu ni te das cuenta., solo duermes, mientras yo cuento las horas los minutos y segundos con cuentagotas como si cada gota fuera un veneno que me carcome el alma y eso a ti no te importa nada, sigues ahí ausente emborrachado de los recuerdos recientes, placido en la cama que detestas. ¡Si! , lo se también, se que abominas mi cama, que preferirías dormir en el suelo o sobre una piedra que compartir el lecho conmigo, pero eres cobarde, mas cobarde que yo y te aguantas así como yo finjo no saber, pero sé

Se porque te veo, te sigo como ayer, te seguí , cuando me dijiste que tenias que comenzar temprano tu labor y no era así, te fuiste a meter a su casa, me levabas pocos metros por delante y ni siquiera volteaste la mirada, ibas embobado , embrutecido ,¡ empotado! A paso raudo para entrar en su choza, me mentiste para meterte en su cama, ¡mentiroso! No me alcanzo el cuello para ver y cerciorarme que inmundicias hacías entre sus sabanas, luego me regrese a casa, ¡a mi casa, a tu casa! Lave, cocine, planche hinchada por el dolor de ver como me dejabas, sola, abandonada por irte a revolcar con esa ¡Puta, inmunda, Sucia!

¿No te importa que llore, no? ¡Claro que no te importa! Como te da igual que sufra y que este aquí dantote la espalda y fingiéndome la dormida, pero mis ojos casi se me salen de tan abiertos y mis oídos los siento como si gritaran de tan alertas y tu no te das por enterado, duermes placido navegando en tus sucios sueños, en tus remembranzas asquerosas, de manoseos indecentes, de esta tarde, de esta noche, es mas, de hace un rato atrás. Si, porque hace tan solo un rato la dejaste en su puerta, en su casa, que no es casa como la tuya, como la nuestra, sino un volteadero inmundo, lleno de putas. ¡Putas, si! Porque ahí te reciben con sonrisitas, ¿no? Ahí tú no te quejas, ni por la comida, ni por la ropa ¿no es cierto? Ahí tú te ríes, juegas, conversas, mientras yo, aquí, en tu casa, sigo sola, limpiando, cocinándote lo que te gusta, ¿para que? Para que vengas y me digas que no tienes hambre, que estas cansado, que no quieres hablar, que solo te iras a dormir.

Son las tres, las tres de la madrugada, llevo cuatro horas en vela, ¡por tu culpa! ¡Mal agradecido! Cuatro horas contigo a mi lado, pero ausente, seguro soñando con esa bataclana.

¿Recuerdas como hace solo algunos años no nos separábamos nunca? ¿Recuerdas cuando me abrazabas cada vez que me veías y te quedabas así, pegado a mí, por largo rato? ¿Y me decías que me querías y que me amabas más que a nada en el mundo? , pues yo te creí, ¡maricòn! Te creí y creí que te quedarias conmigo para siempre, pero no, ahora solo me queda fingir, fingir para que no te vayas de mi lado, sabiendo que quisieras irte con la amancebada esa.

¡Te vi! para cerciorar mis desdicha te vi, te vi el Viernes, el Sábado, el Lunes, ayer y hoy. ¿Que si te he seguido?, si , te seguí, y ni cuenta te distes, vas como borrego al matadero, a paso firme, ansioso, y yo , ahogada de ira , te sigo los pasos a pocos metros atrás y tu ni siquiera volteaste la cabeza una vez, no necesites esconderme, solo que no pude llegar hasta esa puerta, y me quede a cierta distancia, no me resistía el corazón para acercarme un paso mas, me apoye en una acacia, cada día el mismo árbol me sirvió de sostén para contener mi angustia y soportar mi desgracia, dos horas espere a que salieras, dos horas en cada mañana , que me dices que entras a una hora y es mentira, ¡dos horas que solo usas para revolcarte con esa!,¡ puta, buscona, cualquiera! Y yo, dos horas ahí en pie junto al árbol, como una estaca, como la misma estaca que se me atravesaba en el cuerpo , desde el vientre hasta el corazón , mientras solo imaginaba lo que esa , te estaba haciendo y lo que es peor, lo que ti le hacías, ¡Puaj, que asco! ¿Que le haces?, ¡cerdo inmundo! Pues te miro la cara cuando sales de su puerta, sonriente, sonrojado, feliz, así no sales de la nuestra, ¡desgraciado! ¡Sucio! Y mis intestinos se tensan como lazos viejos , con esos mismos lazos te envolvería el cuello hasta asfixiarte si fuera necesario para que se te quitara esa cara éxtasis, y te arrastraría a casa, que es donde perteneces, pero no, sabes bien que nunca te podría hacer daño, por mucha rabia que te tenga y por eso te aprovechas porque lo sabes, sabes que eres por lo que respiro, en cambia a esa, a esa si que le cortaría el cuello, y la tiraría a los perros si fuera necesario, ¡Perra! ¡Sucia! ¡Hedionda!.

Ayer volví destrozada, estuviste tres horas allí, las mismas tres horas que estuve yo ahí empalada, junto al árbol, con los dientes rechinando, como rechinan ahora que te siento la respiración calma, del que se da por satisfecho. Ahora que también siento como el reloj va marcando el olvido, si, porque cada segundo pasado es olvido en tu memoria y ya son las cuatro. ¿Cuanto me habrás olvidado hasta esta hora, ahí, dormido, mientras yo, aquí, empapo la almohada en lágrimas? ¡Traidor!. Como me gustaría que sintieras al menos la mitad de lo que yo estoy sintiendo, a ver si te podrías levantar por la mañana. Porque yo si, yo lo hago a duras penas cada día, a las seis en punto, para prepararte todo y tener tus cosas listas, para cuando despiertes. Las toallas tibias, la ropa planchada, el desayuno caliente y yo de pie junto a la mesa, esperando…

¡Esperando que!, un beso frío y un adiós, si, porque esa es toda mi recompensa, ¡malagradecido!

¡Ingrato! Y yo me quedo aquí en la casa, plantada como una sirvienta.

A ver si tu puta te daría lo que yo te doy, a ver si te esperaría, en invierno con una leche tibia, cuando te quedas “por ahí”. A ver si te velaría por las noches cuando estés enfermo. No creo, tú no te das cuenta aun, pero yo y solo yo aguantare todas tus cosas y fingiré, fingiré que no me doy cuenta, fingiré que acepto, fingiré que te entiendo.

Son las cinco, me queda una hora de sueño y no he pegado un ojo por tu culpa, ¡cerdo, ingrato! ¡Huacho mal agradecido!

Comenzara un nuevo día y yo me pondré de pie como siempre, estoica, lucida, entera, como cada día me has visto, si es que aun te fijas en mi, aunque no creo. Porque para ti ahora soy una cosa, un artefacto que te facilita la vida, invisible, como el barredor de calles o el reponedor de supermercado, que aunque este ahí, junto a ti, no lo vez, pero te sirvo y eso es suficiente.

¿Crees que no lo noto? ¿Crees que no siento que no me ves? Que cuando me hablas tus ojos se van al infinito, como si no existiera ¡Perro!, ¡cruel!, ¡animal!

Sin embargo a esa, a esa la miras con los ojos de agua, esos que eran míos, ¡ladrón! ¡Sinvergüenza!.

¿Recuerdas? ¿Recuerdas años atrás, en nuestros primeros años, cuando yo despertaba y tu estabas ya mirándome sobre mi pecho? M mirabas con esos mismos ojos y yo sonreía y mi sonrisa llamaba a tu abrazo y nos quedábamos así, pegados tú a mí y yo a ti, ¡éramos tan felices…!

¿Qué te hice yo, para que me abandonaras así?, ¿no te di acaso todos mis mejores años? ¿No hice todo lo que me pedías? ¿No compartí contigo tus primeros logros?, como es frágil la memoria y no recuerdas, claro el no recordar es simple, fácil, cómodo, ¡perro carroñero! Porque eso es lo que eres, tu crees que no conozco a ese tipo de mujeres, ¿crees que porque me ves siempre en la casa no se el tipo de perra con la que te estas revolcando? Tú no me conoces, no me imaginas, siquiera, ahí, dormido a mi lado por la fuerza, la fuerza de la cobardía, ni siquiera vislumbras lo que soy capaz de hacer, no tienes conciencia, ¡bestia!, ¡inhumano! ¿Crees que porque una puta te menea el culo, puedes dejarme botada y sola? No, ya veras como el saco del camino, no será la primera, quizás la más difícil, porque la miras con los ojos de agua, como me miraste una vez a mí, pero no será la primera.

Ayer, cuando te seguí, te vi besarla y sentí envidia, la sucia envidia del pecado, ¡cerdo! ¡Sucio! , se me revolvió el estomago de puro asco, se me nublo la vista y me regrese a casa a tientas, a lavarme la boca , a ver si así también se me limpia un poco la conciencia, esa que tu no tienes, ¡ Maricon! .

Son las seis, tengo que despertar, despertar de estar despierta y seguir fingiendo, como cada día, levantarme y tú como si nada, ahí, quieto, dormido, miro tu espalda bajo las ropas y pareces tan pequeño que me enterneces, tan frágil que me arrepiento de los pensamientos que tengo.

¿Las lagrimas dejaran aroma en la ropa? Porque la camisa tuya que plancho esta empapada en las mías y quisiera que esa vagabunda pueda olerme cuando se te acerque, para que sepas que no le perteneces, para que entienda que no eres suyo sino mío, porque tu ya no entendiste ¡tonto! ¡Tarado! Y para cuando caigas en razón, yo estaré enferma, loca o tal vez muerta, muerta, si, fingiendo estar en pie como siempre , pero muerta en verdad y tu, tal vez no lo notaras, como no notas mi llanto, como no percibes mi angustia como no te das cuenta ni siquiera cuando te sigo y te vigilo. ¿Enferma? , ¿Loca? ¡¡ Si, así estoy!! . Vez lo que me has hecho? Con tus mentiras, con tu abandono, me volví desquiciada y tu ni cuenta te has dado. ¿Tan poco te importo? ¡Bruto!, ¡desagradecido!

Se me tensa el corazón y el alma se me quiere escapar por el pecho, no tengo aire, me ahogo, ya no me caen lagrimas pero igual sigo aquí, fingiendo, mientras dispongo la ropa que usaras hoy, esas prendas que sin la menor discreción te quitaras en un rato frente a esa, ¡golfa!, ¡puta! , ¡Marrana!

Ya van a ser las siete, lo se porque te siento, te siento estando lejos aun de ti, puedo percibir cuando despiertas, cuando abres tus ojos, esos mismos ojos que antes, cuando los abrías buscaban los míos y que ahora se van al infinito traspasando la ventana, queriendo salir volando hacia esa remolienda que tiene por casa esa perra, ¿crees que no lo se? ¿Me tomas acaso por una tonta? Si yo te escucho hasta el pensamiento, si mas unión que con migo no tendrás con nadie, pero tu no lo notas, y te tengo rabia por eso, tanta rabia que a veces pienso que te odio, que preferiría verte muerto a imaginarte en el lecho de esa cochina. ¡Aparecida! No sabes como me muerdo la legua cuando te escucho al teléfono, susurrándole cosas lindas... y otras sucias. ¡Cochinadas, groserías! Como le gusta a las de esa clase. Tú no eras así, no decías inmundicias, por lo menos a mí nunca me dijiste una, solo palabras bonitas. Recuerdo cuando a dos manos me tomabas por las mejillas, me clavabas los ojos me besabas largamente y me decías cuanto me querías, cuanto me amabas, cuanto me… ¿que hiciste con esas palabras? ¡Mentiroso! ¿Donde quedaron las promesas de juntos para siempre? ¡Mal agradecido! ¿Que te crees, que me puedes tener años a tu servicio y después simplemente cambiarme, desplazarme? ¿Crees que no me doy cuenta, que a veces me quisieras muerta, muerta de verdad para que no te estorbara en el camino? Muerta de muerte natural para que no te remuerda la conciencia. Ya que no tienes la valentía de matarme con tus propias manos.

¿Quién te aguantara como yo? Esa, seguro que no, ¿quien se levantara a las seis de la mañana a preparar tus cosas del día? A tenerte el desayuno en la mesa como lo estoy haciendo ahora yo. Esa seguro que no, mientras tú te levantas una hora mas tarde, a duras tientas, sonámbulo, como te estoy sintiendo aun en ese estado ya con pensamientos sucios mientras te bañas, esos se sienten en mis oídos y no los calla ni el incesante sonar de la ducha. ¿Seguro estas que esa te cuidara como yo te cuido? ¡Iluso!, ¡Tarado! Pero no importa, de mi esa no se librara tan fácil, ni ella ni sus artimañas para tenerte embobado, ni tus pensamientos pecadores, sucios e ingratos. Esos que no tenías cuando solo eras mió y que esa perra con artilugios de puta, metió en tu cabeza para que me olvidaras y me dejaras aquí, urdiendo canas, mientras ella te recorre el cuerpo con su infesta boca y te lo corrompe y tú le sonríes, ¡sinvergüenza!, ¡sucio!, ¡inmundo! Y después legas as mi casa, que es la tuya y me apartas la mirada, ¡descarado! y yo se y tu también debes saber que yo se, pero mientes, ¡cobarde! Y yo finjo, finjo no saber, no escuchar, no ver y me paso la noche en vela tratando de no pensar, pero pienso, pienso y sufro...y finjo. Y tu, sin remordimientos, te metes en mi cama y te duermes, sin siquiera darme la cara, ¡cobarde! Y después, te levantas como ahora y te bañas, te refriegas con fuerza para sacarte mi olor y así esa perra no pueda rastrear que dormiste a mi lado, pero mi olor es el tuyo, así que ni arrancándote el pellejo te desharás de el.

Ya son las siete y media, ya deberías estar en la mesa y no has bajado todavía, ¿que te quedaste haciendo? ¡Malagradecido! Seguro llamándola para concretar la cita, para que te deje entreabierta la puerta o la ventana la muy sucia, ¡perra!, ¡puta! Y yo aquí, fingiendo, fingiendo no saber nada , con la mesa servida y el pan caliente y el odio cansado, cansado de escuchar tus pensamientos, tus sueños , tus inmundicias… tus llamadas indecentes, y ahora tus pasos, quiero ver con que ojos me miras hoy , pero…¿ por que no apareces por la puerta aun? ¿Es que me dejaras con la mesa servida?¡¡ Perro Malagradecido!! ¡¡No, eso si que no!!

Mi vida, ¡te tengo el desayuno servido!

¡No lo voy a tomar, estoy retrasado ya!

- Pero corazón, no puedes salir con el estomago vacío

- Que no alcanzo, Mama, que no tengo tiempo, ¡chao!

- Bueno tesoro, vaya con Dios- y que a tu puta, a esa, se le seque la zorra

Fin

sábado, 29 de noviembre de 2008

UNA NOCHE CUALQUIERA

Aunque Roberto había convivido con ella desde hacia años, nunca había sentido su presencia en carne propia y ese DIA jugaba casi al iniciado, no le tenia fe, a pesar de conocer los efectos que provocaba en muchos de sus amigos y conocidos, le pareció como una broma, como un reto, como un decir - ¡ Ya que tengo tanta experiencia, esto a mi , no me va a producir nada!- Además, la situación no podía ser mas propicia se encontraba en su casa, con sus mas cercanos amigos, Sus padres se encontraban desde hace días en unas merecidas vacaciones, cosa muy poco usual, tan poco usual como que se encontrara así de solo en su casa, bueno nunca tan solo, con el había quedado una tía, pero ella era muy anciana y a esas horas ya llevaba bastante tiempo çDe dormida...Se habían concertado en un principio para estudiar, pero la verdad es que como era habitual, iban a tomar unas cervezas y luego se marcharían, entonces, ahora, la tentación pasaba frente a el desde Antonio a Carolina y desde ella a Cecilia.- ¡A ti, para que te ofrezco!- dijo Cecilia- ¡tu no le haces!¡No! - dijo Roberto, espero, meditante unos segundos y luego refuto- Pero por ser hoy un día distinto y en homenaje a mis padres que deben estar pasándola muy bien, la voy a probar, así que esto, no lo volverán a presenciar Quiero saber que se siente.¡Oye, viejo, si no quieres, no hay problema! No e sientas presionado, - alerto Antonio, al momento que Roberto extendía la mano para coger el cigarrillo-¡Que te pasa, compadre! Si una pitada no me va a hacer nada, es mas, quizás le encuentre algún sentido a esta costumbre de ustedes – dijo Roberto mientras se llevaba el pitillo a la boca y aunque le pareció un tanto graciosa la reacción de alarma de su amigo, no pudo más que esbozar una pequeña sonrisa. Pero de inmediato se desato una risa general en todos los amigos, mas eso si en Carolina, que de solo mirarlo lanzaba carcajadas, Roberto no sabia que pensar, como actuar, el solo hecho de ser la única mente lucida en ese ambiente, le hacia sentir un tanto incomodo, bueno siempre se había sentido así y nunca había dicho ni echo nada, pero en esta ocasión el lugar era mas intimo, mas seguro y sus amigos, los mas confiables. Esto gatillo su curiosidad - ¿se podría, realmente encontrar algo atractivo en ese pastito seco?- mientras pensaba esto se llevo nuevamente el cigarrito a la boca, aspiro su humo hasta no poder almacenar mas en sus pulmones, contuvo la entorno. Miro a sus amigos y estos le devolvieron la atención con sus ojos fijados en sus acciones, quietos, como estatuas en un ritual. Silenciosos, hasta que Antonio intervino¿Cómo te sientes, viejo?¡Como voy a sentir! bien P.D., como siempre, si esta cuestión, al menos a mi, no me hace nada- dijo Roberto – al tiempo que devolvía el pito a su amigo.Antonio, con sus labios desprendidos del cigarrito, de una intensa aspiración, se consumió todo el humo conseguido en la bocanada y con la cabeza hacia el cielo le cedió a carolina, el turno, quien realizo similar ejercicio. Roberto, atento a la situación , miraba lo que le parecía cada vez mas absurdo, no lograba asimilar aun como el podía relacionarse con este grupo de tarados que pretendían , luego de fumarse ese pasto seco sentirse realizados y entrar en contacto con quien sabe que inspiración sublime… en eso estaba su pensamiento cuando el turno le correspondió nuevamente, acto reflejo copio el pitillo y realizo el ritual acorde, mas la reflexión no aparto su mente de su boca y con tono asmático se precipito a decir;-¿Cómo tan Huevones,…? No alcanzo a concluir la idea, un silencio general le interrumpió la frase, todos se quedaron mirándole por un instante hasta que carola soltó una carcajada, seguida por una risotada general, Roberto no pudo contener la propia y se rió también. Cecilia lo miro y entre carcajeo le dijo en tono de recomendación:¡Relájate!, ¿como tan grave? Roberto- antes de responder- comprendió que entre tanto imbecil el era minoría, que nada sacaba con tratar de hacer entender a una mujer que ya debería por una cuestión fisiológica haber entrado en un estado de madurez social y personal, que esa practica que llevaba practicándola desde hacia tanto tiempo, poco a poco iba dañando su cerebro, luego seria su cuerpo de ahí su comportamiento con los demás, así quien sabe en cuanto tiempo , ya no tendría motivación ni para concluir sus estudios, esos que tantas noches había pasado en vela para conseguir la nota suficiente, porque si, hay notas suficiente y otras menos que mediocres, al menos el, iba siempre por las que estuvieran sobre la media, no era fácil conseguirlo pero ya tenia la practica necesaria como para poder predecir el resultado de cada noche de estudio, esa noche seria merecedora de la peor nota del año. Retorno la mirada hacia Cecilia, buscando las palabras concretas para responderle, pero le pareció tardía la respuesta, la había pensado demasiado y ya no sabia si el tiempo trascurrido estaba a tono para hacerlo. Busco la mirada de algunos de sus amigos, pero todos seguían en el mismo rito- que triste espectáculo, pensaba, ¿que buscaran estos, tarados, fumando esta hierba? ¿Buscan respuestas a sus vidas? Pero solo se quedan en justificaciones absurdas; que la libertad, la igualdad, la creatividad el ying y el yang… aunque este ultimo concepto era quizás mas antiguo que la marihuana misma. Aunque en realidad es de una cultura distinta que usaban otras drogas para estimularse o simplemente sedarse, que afán tendrá el hombre en evadir la realidad con estas sustancias, que naturales o no alteran su relación con el entorno, transformando a personas normales en atontados personajes mas parecidos a un zombis que a un ser humano. Zombis que carecen de conciencia del espacio y el entorno, como en los documentales que vio en un ciclo de reportajes, sobre el Vudu en Haití, allí tras el someter a un ser vivo a unas pociones, les dejan sin conciencia y sometidos al dominio del hechicero, ¿quien oficiaría de hechicero con este grupo, al frente suyo? ¿El seguramente? Pero no, aquí no había finalidad alguna, no hay objetivo para el pseudos trance, esto es simplemente un grupo de osciosos en donde los pitos vuelan a diestra y siniestra. ¿Por que les dirán “volados” a los drogadictos? – Se pregunto-¿será acaso porque se sentirán como en las nubes? Y si yo estuviera volado, ¿como me sentiría? ¿Creo no estarlo? – Reflexiono-¿pero si lo estuviera, me sentiría en el cielo? , para salir de la duda se puso de pie y dio un paso al frente y se detuvo, fijo su atención en el grupo que detuvieron si afán y le dirigieron la vista, Roberto se sentó nuevamente, la carola, que en ese momento había recibido el cigarrito, hizo una pausa, que a Roberto le pareció eterna, para decirle;¡Roberto, tai más volado que la cresta! ¡Estas en otra!El se sintió además de observado, ridículo, no veía razón alguna para que todos centraran su atención en el, pues perfectamente podía haberse levantado para estirar las piernas, llevaba mucho tiempo sentado, o no, miro su muñeca buscando el reloj, pero en realidad, ¿Cómo iba a medir el tiempo, si no había tomado el punto de inicio? Quiso consultar, pero sintió absurda la pregunta, esbozo una sonrisa contenida,¡Me pare para estirarme un poco! ¿Hay algo de malo en ello? DijoTodos largaron a reír nuevamente, esta vez, a el no le causo gracia las risas- se ríen de todo, pensó, uno no puede hacer nada, todo les causa jolgorio, ¿esa es la sensación que tanto les apasiona? Que absurdo, ¡parecen hienas! Y comenzó a imaginarlos como tal, era divertido eso, -soltó también una sonrisita, que prontamente se transformo en carcajada,- imaginan estos que me rió con ellos, pero no, me rió de ellos y eso no es lo mismo, pero… ¿si ellos estuvieran pensado igual que yo, y en realidad se estuvieran riendo de mi? .o lo que es mejor, que todos se estuvieran riendo de todos seria aun mas absurdo…- en eso estaba cuando la mano de pronto la mano de cecilia se le puso frente a sus ojos aun con el pitito encendido, - ¿ es posible que este cigarrito tan pequeño dure tanto tiempo? – trataba de entender, pero las palabras nuevamente le traicionaron y se le escaparon de la boca¿Este es el mismo pito de denantes?Esta vez las risotadas le retumbaron de manera aplastante, cecilia entre dientes y aun conteniendo la inspiración le resondro; ¡Jajá, claro que si, si es el único que tenemos, así que cuídalo!A Roberto esta palabra “cuídalo” le pareció paradójica,- ¿como podría el o alguien cuidar algo que le estaba pidiendo que consumiera? Así que conciente, lanzo la observación al aire, ¡Oye, como es la cuestión! ¡Lo cuido, o lo gasto! ¡Pero no puedo hacer ambas cosas!-Te fuiste en la profunda viejo, nada que ver, - dijo Antonio, que hasta ese momento no había dicho nada.Roberto se sintió ridículo, absurda la observación, el sabia el sentido o la intención del cuídalo, le causo risa, nuevamente lo acontecido, pero esta vez fue cauto, la contuvo con un gesto apretado, miro su reloj, nuevamente para saber si efectivamente había transcurrido tanto tiempo como el pensaba, y el pito no se acababa nunca, pero no logro recordar que hora era en el vistazo anterior, por lo que el intento fue fallido otra vez. Esto genero nuevamente la carcajeada general, esta vez no participo y con gesto serio solo atinaba a mirar su reloj concentrado en como transcurrían los segundos.Cecilia inclino su cuerpo hacia Carola y le susurro- ¡este loco esta raja, no le valla a dar la pálida!-se miraron, pero Roberto, que había oído respondió desde su lugar con su mirada fija en el segundero de su reloj.¡No pasa nada, solo estoy observando! TranquilasNuevamente esta intervención suya le pareció fuera de lugar, absurda, con el pito aun en sus manos se lo llevo a la boca, esta vez si la llama casi le rozaba los dedos, así que aspiro lo mas que pudo y se hecho hacia atrás del sillón, sin soltar el aire contenido, y pensó- esta ves no voy a hablar ni responder, es mas de ahora en adelante no abriré la boca nuevamente, mas vale callar y observar- estiro su mano para ceder el turno al siguiente, pero el calor de la llama hizo que soltara el cigarro y cayera este en la alfombra, se sobrepuso alarmado , de un brinco sobresaltado, comenzó una frenética búsqueda- si no lo encuentro- pensaba- mi mama seguro lo encontrara cuando llegue, y que le voy a decir yo? Que es un pito ¿que mis amigos acostumbran a drogarse en medio de las reuniones de estudio?, no me creerá que no participo, seguramente… aunque esta vez, si lo hice y si me acostumbro y si me sucede algo que antes no había sentido Y ¿si me comienza a gustar la sensación que produce?, me seria bastante fácil conseguir la hierba, todo mi circulo de amigos lo hace, soy el bicho raro que no la usa. ¿Y si por otro lado queda encendido por allí, y después cuando estemos dormidos se produce un incendio? Como lo explicaría, estaba en eso cuando Antonio con voz calmada le interrumpió el pensamiento _ ¡ya lo encontré, en todo caso era la pura cola, así que despreocúpate, nada se quemo!Roberto levanto la mirada del piso y la fijo en su amigo, esta vez le veía lejano, pequeño distante aunque estaba a menos de un metro, al mismo tiempo comenzó a sentir como una liviandad dentro de su cabeza, como un aire fresco, una sensación de extraña lucidez, como expectante, alerta, una sensibilidad distinta, que se colaba por sus poros, se levanto del suelo, miro a sus amigos, los noto pálidos, de rostros estaños, como con muecas una desfiguración medio caricaturesca, nada graciosa por lo demás, miro a Carola, tan morena, - que genes dominares vendrán por su sangre, que antepasado del Senegal o Etiope, habrá generado esta descendencia, cuanto dolor debió pasar esa raza para generar esta mezcla de mujer? – luego dirigió su mirada a Cecilia, que siempre le había parecido atractiva, pero en esa palidez le noto rasgos para nada atrayentes, angulaciones masculinas en su rostro le hacían recordar a los travestís, - ¿ y si en realidad esta mina, es hombre y nos ha tenido a todos engañados?- Tras esta reflexión debió contener la risa que nuevamente le abarcaba la boca, así que se aparto del grupo y se dirigió a la mesa del comedor, se sentó en una silla y busco algo que le reflejara su propio rostro, buscando descubrir lo que no había notado en años frente al espejo y que ahora se le estaba revelando. Lo único que consiguió fue una bandeja niquelada que contenía algunas frutas falsas sobre la mesa, comenzó con la intención de observarse, pero se detuvo en toda la filigrana tallada del artefacto,- que cuidadoso tallado, ¿quien habrá labrado con tanta habilidad y precisión estas florcitas y relieves? -Denoto que entre los tallados de las asas y las patas habían incrustaciones de bronce, perfectamente engastadas en el otro metal,- que delicado detalle, ¿habrá notado alguien esta incrustación antes? ¿Habrá sabido mi madre, mi tía Chela o mi abuela que al parecer adquirió esta bandeja en no se sabe donde, que tenia estas, tan finas decoraciones? ¡Seguramente no! Y el ya artesano aquel que con tanto esmero tallo y pulió este trozo de metal este Ya bajo tierra muchos años. ¿Habrá tenido hijos, seguramente y nietos quizás? Tal vez alguno de nosotros pertenezca a esa descendencia, - estaba en esa reflexión cuando Cecilia le interrumpió;¡Oye Roberto, mátalo tú!El, solo atino a devolverle la mirada, con un gesto lastimoso, desistió con la mano.- ¿como podían ser tan banales? Yo al menos estoy disfrutando de algo mas sublime, ellos nada, solo buscan lo efímero, tan efímero como ese humo que tragan sin motivo.- se sumió nuevamente en la bandeja, pero esta vez se concentro en su propio reflejo, extrañamente no se reconoció,- ¿ que aspecto tan lastimoso, que palidez ojerosa , que frente tan surcada a tan corta edad? ¿Por que tengo por tantos años el pelo largo, si lo llevo siempre atado? ¿Cuanto rejuvenecería mi aspecto si lo tuviese corto, no veo razón alguna del largo, ni siquiera como señal de rebeldía sirve? Rebelde ¿de que? ¿Quizás de mis padres? A mi papa nunca le ha gustado esta apariencia, y la verdad ahora, mirándome bien, a mí tampoco. Si me lo cortara para cuando ellos regresen, estarán felices, seria una buena sorpresa- miro su reloj, había recién pasado tres minutos desde la ultima vez que lo hizo.- ¡que lento pasa el tiempo!, o ¿será que yo me he acelerado mucho? voy a procurar ir mas lento… pero el resto lleva un ritmo diferente, no quisiera llamar la atención. Pero quiero seguir mi propio tiempo.- seguido a este pensamiento, miro a sus amigos, le seguían pareciendo lejanos, extraños, por lo que opto por subir a su dormitorio, en busca de unas tijeras, es este tiempo suyo se iba a deshacer de esa melena que en realidad en nada le favorecía, no consiguió encontrar las tijeras por ninguna parte, pero el tiempo corría, así que opto por la solución mas fácil- ¡ lo haré con un cuchillo, como un ritual, como la despedida de este viejo Roberto y el comienzo de uno nuevo, uno maduro en que nada me ate a esta gente extraña, uno normal, liberado de una rebeldía olvidada. - tomo el cuchillo y de encerró en el baño, frente al espejo, se observo lentamente- Esta renovación tiene que ser hoy, mi papa estará muy feliz, mi mama también, como es un paso importante, lo haré lo mas libre posible- se dispuso su ropa perfectamente doblada en el piso a un costado, luego trenzo en dos su cabellera y se dispuso a cortar con el cuchillo en una especie de ritual los dos manojos de pelo, desnudo frente al espejo, mirándose fijamente. – mañana iré al peluquero para que me arregle el corte, estas dos trenzas las conservare para que me recuerden que un día madurez- cogio con una mano el cabello y con la otra, tras un gesto de violinista, realizo el primer corte, pero no consiguió mas que el desfibramiento de unos pocos pelos - ¡esto no esta resultando como debería! ¡Algo le pasa a este cuchillo!¿ acaso cogi el único que no tiene filo?- hizo el ademán, nuevamente, y una , dos, y tres veces hasta lograr a duras penas cortar unos pocos pelos, -¡ esto no me cortaría ni las venas aunque quisiera hacerlo!- pensó, y acto reflejo, paso el cuchillo en el mismo gesto por una de sus muñecas , hundiéndolo, lo suficiente para sentir como emanaba un calido liquido , no sintió dolor, si le pareció agradable la sensación, le recordó su primer orgasmo, una sensación entre gélida y calurosa, una liviandad similar a la sentida hace un rato, no quería que se terminara esa reacción, así que no aparto su vista de su reflejo, su imagen se tornaba mas difuso, alisado, liberado. Busco con la vista su reloj, necesitaba ver cuanto tiempo había pasado cuanto había transcurrido en ese trance tan sublime, no fue hasta que cogio el reloj, que noto como la sangre salía a caudales de su muñeca, no se detuvo mucho en ella solo quería saber cuanto llevaba así, miro la hora ,- diez minutos, habían transcurrido solo diez minutos desde la ultima vez que miro su reloj, trato de verificar el tiempo, pues le parecía que habían transcurrido horas., pero ya el reloj estaba cubierto por la roja sangre de sus muñecas. Extasiado se sentó en le piso, ajeno a todo solo disfrutaba de ese relajo, -¿se sentirá así la muerte?- se pregunto,- si es así, ¡no le temeré mas! – cogio el reloj y lo puso en su pecho, en un acto absurdo y sin reflexionarlo con el cuchillo abrió un surco en su otra muñeca, esta vez si dolió, y comenzó un escozor quemante, que lo trajo de golpe a la realidad, se miro y vio como estaba todo inundado en sangre quiso ponerse de pie, pero no tuvo las fuerzas suficientes para hacerlo, quiso gritar pidiendo auxilio, pero hasta el aire le faltaba, no le salía la voz. , todos los recuerdos comenzaron a pasar por su mente, los felices, los tristes, las personas queridas, quería llegar prontamente al momento que lo había inducido a cortarse las venas, pero no conseguía recordar, ya el dolor se hacia angustiante, comenzaron a aparecer en su cabeza las personas queridas, la familia los amigos, la gente de su barrio, pero nada de lo que buscaba. Sin causa a su nariz llegaron los aromas, los que le agradaban como las moras, el chocolate, el campo, el olor de la casa de su abuela, también los que no le gustaban, el olor de la tía Chela, esa señora que era la hermana de su abuela y que vivía allí en su casa, vieja, sorda, con un olor repelente, el olor a la yerba, esas hojas de canabis que tantas veces había tenido que necesariamente soportar, cuando compartía con sus amigos. Ahí cayo en cuenta, ahí tomo forma recién el recuerdo, -¿Por qué acepte ese porro? ¿Mira en lo que me he metido, ahora como saldré de esto?- el aire comenzó a faltarle., el dolor se hizo angustiante, no sabia como hacer para reponerse, no tenia fuerzas, es mas ya ni podía ver con claridad, le comenzó a invadir el frió, un frió de alma, como si esta se desprendiera del refugio que le daba su cuerpo, poco a poco se apago la memoria, y se fue quedando dormido. La sangre ya había empapado por toda la sala de baño y comenzaba a escurrir bajo la puerta.Abajo en el living, sus amigos, creyéndole dormido se marcharon sin despedirse, su anciana tía abuela, siguió su sueño profundo a tiempos interrumpido por un ronquido forzado, como si a ella, en el final de sus días, también le faltara el aire. Todo parecía normal aquella noche y pareció así hasta hasta el día siguiente.De este hecho, se especulo mucho, se traiciono bastante, se escondieron algunos y criticaron los mismos de siempre. La verdad, nunca se supo, solo un diario amarillento público en letras rojas,“Agobiado por sus problemas y ante la inminente incomprensión y abandono de sus padres, joven drogadicto se suicido, cortándose, con el cuchillo cocinero, su tan criticado pelo largo, y sus dos muñecas… Su padre nunca se perdonara su intransigencia”FIN

viernes, 28 de noviembre de 2008

EL PORQUE DEL AQUI

Antes de dormirme, quiero al menos ver como funciona este mundo,

el espacio este reservado para pensamientos y fantasias, dentro del ciber Universo

El pequeño fragmento de @planeta que ocupare con estas notas,

ojala lleguen a la porcion mas infima de la memoria recurrente de alguno de los

leyentes . si no es asi, lamentablemete quedaran olvidadas , pues , de nacimiento me configuraron con una RAM deficiente y aunque tengo memoria para archivar de sobra , me escacea la que rescata los documentos guardados

no recuerdo los nombres de los autores leidos

ni los titulos delos libros que alguna devore

no recuerdo las lineas de los poemas que mas me han conmovido

ni las oberturas de las canciones

ni la ttrama de las peliculas

ni el color de las pinturas que me han deslumbrado

nada recuerodo, hasta...

que comienzo a leer, mirar, escuchar, sentir nuevamente..

ahi mi memoria se activa y aflora toda la informacion guardada..

y me nacen nuevamente las emociones

y me doy cuenta que en realidad no olvido.

solo guardo bajo celosa contraseña los momentos fugaces de sublime alegria

quiza temiendo que al usarlos frecuentemente,

me anestesien la piel , me adormezcan el alma y me curtan los intestinos.