sábado, 29 de noviembre de 2008

UNA NOCHE CUALQUIERA

Aunque Roberto había convivido con ella desde hacia años, nunca había sentido su presencia en carne propia y ese DIA jugaba casi al iniciado, no le tenia fe, a pesar de conocer los efectos que provocaba en muchos de sus amigos y conocidos, le pareció como una broma, como un reto, como un decir - ¡ Ya que tengo tanta experiencia, esto a mi , no me va a producir nada!- Además, la situación no podía ser mas propicia se encontraba en su casa, con sus mas cercanos amigos, Sus padres se encontraban desde hace días en unas merecidas vacaciones, cosa muy poco usual, tan poco usual como que se encontrara así de solo en su casa, bueno nunca tan solo, con el había quedado una tía, pero ella era muy anciana y a esas horas ya llevaba bastante tiempo çDe dormida...Se habían concertado en un principio para estudiar, pero la verdad es que como era habitual, iban a tomar unas cervezas y luego se marcharían, entonces, ahora, la tentación pasaba frente a el desde Antonio a Carolina y desde ella a Cecilia.- ¡A ti, para que te ofrezco!- dijo Cecilia- ¡tu no le haces!¡No! - dijo Roberto, espero, meditante unos segundos y luego refuto- Pero por ser hoy un día distinto y en homenaje a mis padres que deben estar pasándola muy bien, la voy a probar, así que esto, no lo volverán a presenciar Quiero saber que se siente.¡Oye, viejo, si no quieres, no hay problema! No e sientas presionado, - alerto Antonio, al momento que Roberto extendía la mano para coger el cigarrillo-¡Que te pasa, compadre! Si una pitada no me va a hacer nada, es mas, quizás le encuentre algún sentido a esta costumbre de ustedes – dijo Roberto mientras se llevaba el pitillo a la boca y aunque le pareció un tanto graciosa la reacción de alarma de su amigo, no pudo más que esbozar una pequeña sonrisa. Pero de inmediato se desato una risa general en todos los amigos, mas eso si en Carolina, que de solo mirarlo lanzaba carcajadas, Roberto no sabia que pensar, como actuar, el solo hecho de ser la única mente lucida en ese ambiente, le hacia sentir un tanto incomodo, bueno siempre se había sentido así y nunca había dicho ni echo nada, pero en esta ocasión el lugar era mas intimo, mas seguro y sus amigos, los mas confiables. Esto gatillo su curiosidad - ¿se podría, realmente encontrar algo atractivo en ese pastito seco?- mientras pensaba esto se llevo nuevamente el cigarrito a la boca, aspiro su humo hasta no poder almacenar mas en sus pulmones, contuvo la entorno. Miro a sus amigos y estos le devolvieron la atención con sus ojos fijados en sus acciones, quietos, como estatuas en un ritual. Silenciosos, hasta que Antonio intervino¿Cómo te sientes, viejo?¡Como voy a sentir! bien P.D., como siempre, si esta cuestión, al menos a mi, no me hace nada- dijo Roberto – al tiempo que devolvía el pito a su amigo.Antonio, con sus labios desprendidos del cigarrito, de una intensa aspiración, se consumió todo el humo conseguido en la bocanada y con la cabeza hacia el cielo le cedió a carolina, el turno, quien realizo similar ejercicio. Roberto, atento a la situación , miraba lo que le parecía cada vez mas absurdo, no lograba asimilar aun como el podía relacionarse con este grupo de tarados que pretendían , luego de fumarse ese pasto seco sentirse realizados y entrar en contacto con quien sabe que inspiración sublime… en eso estaba su pensamiento cuando el turno le correspondió nuevamente, acto reflejo copio el pitillo y realizo el ritual acorde, mas la reflexión no aparto su mente de su boca y con tono asmático se precipito a decir;-¿Cómo tan Huevones,…? No alcanzo a concluir la idea, un silencio general le interrumpió la frase, todos se quedaron mirándole por un instante hasta que carola soltó una carcajada, seguida por una risotada general, Roberto no pudo contener la propia y se rió también. Cecilia lo miro y entre carcajeo le dijo en tono de recomendación:¡Relájate!, ¿como tan grave? Roberto- antes de responder- comprendió que entre tanto imbecil el era minoría, que nada sacaba con tratar de hacer entender a una mujer que ya debería por una cuestión fisiológica haber entrado en un estado de madurez social y personal, que esa practica que llevaba practicándola desde hacia tanto tiempo, poco a poco iba dañando su cerebro, luego seria su cuerpo de ahí su comportamiento con los demás, así quien sabe en cuanto tiempo , ya no tendría motivación ni para concluir sus estudios, esos que tantas noches había pasado en vela para conseguir la nota suficiente, porque si, hay notas suficiente y otras menos que mediocres, al menos el, iba siempre por las que estuvieran sobre la media, no era fácil conseguirlo pero ya tenia la practica necesaria como para poder predecir el resultado de cada noche de estudio, esa noche seria merecedora de la peor nota del año. Retorno la mirada hacia Cecilia, buscando las palabras concretas para responderle, pero le pareció tardía la respuesta, la había pensado demasiado y ya no sabia si el tiempo trascurrido estaba a tono para hacerlo. Busco la mirada de algunos de sus amigos, pero todos seguían en el mismo rito- que triste espectáculo, pensaba, ¿que buscaran estos, tarados, fumando esta hierba? ¿Buscan respuestas a sus vidas? Pero solo se quedan en justificaciones absurdas; que la libertad, la igualdad, la creatividad el ying y el yang… aunque este ultimo concepto era quizás mas antiguo que la marihuana misma. Aunque en realidad es de una cultura distinta que usaban otras drogas para estimularse o simplemente sedarse, que afán tendrá el hombre en evadir la realidad con estas sustancias, que naturales o no alteran su relación con el entorno, transformando a personas normales en atontados personajes mas parecidos a un zombis que a un ser humano. Zombis que carecen de conciencia del espacio y el entorno, como en los documentales que vio en un ciclo de reportajes, sobre el Vudu en Haití, allí tras el someter a un ser vivo a unas pociones, les dejan sin conciencia y sometidos al dominio del hechicero, ¿quien oficiaría de hechicero con este grupo, al frente suyo? ¿El seguramente? Pero no, aquí no había finalidad alguna, no hay objetivo para el pseudos trance, esto es simplemente un grupo de osciosos en donde los pitos vuelan a diestra y siniestra. ¿Por que les dirán “volados” a los drogadictos? – Se pregunto-¿será acaso porque se sentirán como en las nubes? Y si yo estuviera volado, ¿como me sentiría? ¿Creo no estarlo? – Reflexiono-¿pero si lo estuviera, me sentiría en el cielo? , para salir de la duda se puso de pie y dio un paso al frente y se detuvo, fijo su atención en el grupo que detuvieron si afán y le dirigieron la vista, Roberto se sentó nuevamente, la carola, que en ese momento había recibido el cigarrito, hizo una pausa, que a Roberto le pareció eterna, para decirle;¡Roberto, tai más volado que la cresta! ¡Estas en otra!El se sintió además de observado, ridículo, no veía razón alguna para que todos centraran su atención en el, pues perfectamente podía haberse levantado para estirar las piernas, llevaba mucho tiempo sentado, o no, miro su muñeca buscando el reloj, pero en realidad, ¿Cómo iba a medir el tiempo, si no había tomado el punto de inicio? Quiso consultar, pero sintió absurda la pregunta, esbozo una sonrisa contenida,¡Me pare para estirarme un poco! ¿Hay algo de malo en ello? DijoTodos largaron a reír nuevamente, esta vez, a el no le causo gracia las risas- se ríen de todo, pensó, uno no puede hacer nada, todo les causa jolgorio, ¿esa es la sensación que tanto les apasiona? Que absurdo, ¡parecen hienas! Y comenzó a imaginarlos como tal, era divertido eso, -soltó también una sonrisita, que prontamente se transformo en carcajada,- imaginan estos que me rió con ellos, pero no, me rió de ellos y eso no es lo mismo, pero… ¿si ellos estuvieran pensado igual que yo, y en realidad se estuvieran riendo de mi? .o lo que es mejor, que todos se estuvieran riendo de todos seria aun mas absurdo…- en eso estaba cuando la mano de pronto la mano de cecilia se le puso frente a sus ojos aun con el pitito encendido, - ¿ es posible que este cigarrito tan pequeño dure tanto tiempo? – trataba de entender, pero las palabras nuevamente le traicionaron y se le escaparon de la boca¿Este es el mismo pito de denantes?Esta vez las risotadas le retumbaron de manera aplastante, cecilia entre dientes y aun conteniendo la inspiración le resondro; ¡Jajá, claro que si, si es el único que tenemos, así que cuídalo!A Roberto esta palabra “cuídalo” le pareció paradójica,- ¿como podría el o alguien cuidar algo que le estaba pidiendo que consumiera? Así que conciente, lanzo la observación al aire, ¡Oye, como es la cuestión! ¡Lo cuido, o lo gasto! ¡Pero no puedo hacer ambas cosas!-Te fuiste en la profunda viejo, nada que ver, - dijo Antonio, que hasta ese momento no había dicho nada.Roberto se sintió ridículo, absurda la observación, el sabia el sentido o la intención del cuídalo, le causo risa, nuevamente lo acontecido, pero esta vez fue cauto, la contuvo con un gesto apretado, miro su reloj, nuevamente para saber si efectivamente había transcurrido tanto tiempo como el pensaba, y el pito no se acababa nunca, pero no logro recordar que hora era en el vistazo anterior, por lo que el intento fue fallido otra vez. Esto genero nuevamente la carcajeada general, esta vez no participo y con gesto serio solo atinaba a mirar su reloj concentrado en como transcurrían los segundos.Cecilia inclino su cuerpo hacia Carola y le susurro- ¡este loco esta raja, no le valla a dar la pálida!-se miraron, pero Roberto, que había oído respondió desde su lugar con su mirada fija en el segundero de su reloj.¡No pasa nada, solo estoy observando! TranquilasNuevamente esta intervención suya le pareció fuera de lugar, absurda, con el pito aun en sus manos se lo llevo a la boca, esta vez si la llama casi le rozaba los dedos, así que aspiro lo mas que pudo y se hecho hacia atrás del sillón, sin soltar el aire contenido, y pensó- esta ves no voy a hablar ni responder, es mas de ahora en adelante no abriré la boca nuevamente, mas vale callar y observar- estiro su mano para ceder el turno al siguiente, pero el calor de la llama hizo que soltara el cigarro y cayera este en la alfombra, se sobrepuso alarmado , de un brinco sobresaltado, comenzó una frenética búsqueda- si no lo encuentro- pensaba- mi mama seguro lo encontrara cuando llegue, y que le voy a decir yo? Que es un pito ¿que mis amigos acostumbran a drogarse en medio de las reuniones de estudio?, no me creerá que no participo, seguramente… aunque esta vez, si lo hice y si me acostumbro y si me sucede algo que antes no había sentido Y ¿si me comienza a gustar la sensación que produce?, me seria bastante fácil conseguir la hierba, todo mi circulo de amigos lo hace, soy el bicho raro que no la usa. ¿Y si por otro lado queda encendido por allí, y después cuando estemos dormidos se produce un incendio? Como lo explicaría, estaba en eso cuando Antonio con voz calmada le interrumpió el pensamiento _ ¡ya lo encontré, en todo caso era la pura cola, así que despreocúpate, nada se quemo!Roberto levanto la mirada del piso y la fijo en su amigo, esta vez le veía lejano, pequeño distante aunque estaba a menos de un metro, al mismo tiempo comenzó a sentir como una liviandad dentro de su cabeza, como un aire fresco, una sensación de extraña lucidez, como expectante, alerta, una sensibilidad distinta, que se colaba por sus poros, se levanto del suelo, miro a sus amigos, los noto pálidos, de rostros estaños, como con muecas una desfiguración medio caricaturesca, nada graciosa por lo demás, miro a Carola, tan morena, - que genes dominares vendrán por su sangre, que antepasado del Senegal o Etiope, habrá generado esta descendencia, cuanto dolor debió pasar esa raza para generar esta mezcla de mujer? – luego dirigió su mirada a Cecilia, que siempre le había parecido atractiva, pero en esa palidez le noto rasgos para nada atrayentes, angulaciones masculinas en su rostro le hacían recordar a los travestís, - ¿ y si en realidad esta mina, es hombre y nos ha tenido a todos engañados?- Tras esta reflexión debió contener la risa que nuevamente le abarcaba la boca, así que se aparto del grupo y se dirigió a la mesa del comedor, se sentó en una silla y busco algo que le reflejara su propio rostro, buscando descubrir lo que no había notado en años frente al espejo y que ahora se le estaba revelando. Lo único que consiguió fue una bandeja niquelada que contenía algunas frutas falsas sobre la mesa, comenzó con la intención de observarse, pero se detuvo en toda la filigrana tallada del artefacto,- que cuidadoso tallado, ¿quien habrá labrado con tanta habilidad y precisión estas florcitas y relieves? -Denoto que entre los tallados de las asas y las patas habían incrustaciones de bronce, perfectamente engastadas en el otro metal,- que delicado detalle, ¿habrá notado alguien esta incrustación antes? ¿Habrá sabido mi madre, mi tía Chela o mi abuela que al parecer adquirió esta bandeja en no se sabe donde, que tenia estas, tan finas decoraciones? ¡Seguramente no! Y el ya artesano aquel que con tanto esmero tallo y pulió este trozo de metal este Ya bajo tierra muchos años. ¿Habrá tenido hijos, seguramente y nietos quizás? Tal vez alguno de nosotros pertenezca a esa descendencia, - estaba en esa reflexión cuando Cecilia le interrumpió;¡Oye Roberto, mátalo tú!El, solo atino a devolverle la mirada, con un gesto lastimoso, desistió con la mano.- ¿como podían ser tan banales? Yo al menos estoy disfrutando de algo mas sublime, ellos nada, solo buscan lo efímero, tan efímero como ese humo que tragan sin motivo.- se sumió nuevamente en la bandeja, pero esta vez se concentro en su propio reflejo, extrañamente no se reconoció,- ¿ que aspecto tan lastimoso, que palidez ojerosa , que frente tan surcada a tan corta edad? ¿Por que tengo por tantos años el pelo largo, si lo llevo siempre atado? ¿Cuanto rejuvenecería mi aspecto si lo tuviese corto, no veo razón alguna del largo, ni siquiera como señal de rebeldía sirve? Rebelde ¿de que? ¿Quizás de mis padres? A mi papa nunca le ha gustado esta apariencia, y la verdad ahora, mirándome bien, a mí tampoco. Si me lo cortara para cuando ellos regresen, estarán felices, seria una buena sorpresa- miro su reloj, había recién pasado tres minutos desde la ultima vez que lo hizo.- ¡que lento pasa el tiempo!, o ¿será que yo me he acelerado mucho? voy a procurar ir mas lento… pero el resto lleva un ritmo diferente, no quisiera llamar la atención. Pero quiero seguir mi propio tiempo.- seguido a este pensamiento, miro a sus amigos, le seguían pareciendo lejanos, extraños, por lo que opto por subir a su dormitorio, en busca de unas tijeras, es este tiempo suyo se iba a deshacer de esa melena que en realidad en nada le favorecía, no consiguió encontrar las tijeras por ninguna parte, pero el tiempo corría, así que opto por la solución mas fácil- ¡ lo haré con un cuchillo, como un ritual, como la despedida de este viejo Roberto y el comienzo de uno nuevo, uno maduro en que nada me ate a esta gente extraña, uno normal, liberado de una rebeldía olvidada. - tomo el cuchillo y de encerró en el baño, frente al espejo, se observo lentamente- Esta renovación tiene que ser hoy, mi papa estará muy feliz, mi mama también, como es un paso importante, lo haré lo mas libre posible- se dispuso su ropa perfectamente doblada en el piso a un costado, luego trenzo en dos su cabellera y se dispuso a cortar con el cuchillo en una especie de ritual los dos manojos de pelo, desnudo frente al espejo, mirándose fijamente. – mañana iré al peluquero para que me arregle el corte, estas dos trenzas las conservare para que me recuerden que un día madurez- cogio con una mano el cabello y con la otra, tras un gesto de violinista, realizo el primer corte, pero no consiguió mas que el desfibramiento de unos pocos pelos - ¡esto no esta resultando como debería! ¡Algo le pasa a este cuchillo!¿ acaso cogi el único que no tiene filo?- hizo el ademán, nuevamente, y una , dos, y tres veces hasta lograr a duras penas cortar unos pocos pelos, -¡ esto no me cortaría ni las venas aunque quisiera hacerlo!- pensó, y acto reflejo, paso el cuchillo en el mismo gesto por una de sus muñecas , hundiéndolo, lo suficiente para sentir como emanaba un calido liquido , no sintió dolor, si le pareció agradable la sensación, le recordó su primer orgasmo, una sensación entre gélida y calurosa, una liviandad similar a la sentida hace un rato, no quería que se terminara esa reacción, así que no aparto su vista de su reflejo, su imagen se tornaba mas difuso, alisado, liberado. Busco con la vista su reloj, necesitaba ver cuanto tiempo había pasado cuanto había transcurrido en ese trance tan sublime, no fue hasta que cogio el reloj, que noto como la sangre salía a caudales de su muñeca, no se detuvo mucho en ella solo quería saber cuanto llevaba así, miro la hora ,- diez minutos, habían transcurrido solo diez minutos desde la ultima vez que miro su reloj, trato de verificar el tiempo, pues le parecía que habían transcurrido horas., pero ya el reloj estaba cubierto por la roja sangre de sus muñecas. Extasiado se sentó en le piso, ajeno a todo solo disfrutaba de ese relajo, -¿se sentirá así la muerte?- se pregunto,- si es así, ¡no le temeré mas! – cogio el reloj y lo puso en su pecho, en un acto absurdo y sin reflexionarlo con el cuchillo abrió un surco en su otra muñeca, esta vez si dolió, y comenzó un escozor quemante, que lo trajo de golpe a la realidad, se miro y vio como estaba todo inundado en sangre quiso ponerse de pie, pero no tuvo las fuerzas suficientes para hacerlo, quiso gritar pidiendo auxilio, pero hasta el aire le faltaba, no le salía la voz. , todos los recuerdos comenzaron a pasar por su mente, los felices, los tristes, las personas queridas, quería llegar prontamente al momento que lo había inducido a cortarse las venas, pero no conseguía recordar, ya el dolor se hacia angustiante, comenzaron a aparecer en su cabeza las personas queridas, la familia los amigos, la gente de su barrio, pero nada de lo que buscaba. Sin causa a su nariz llegaron los aromas, los que le agradaban como las moras, el chocolate, el campo, el olor de la casa de su abuela, también los que no le gustaban, el olor de la tía Chela, esa señora que era la hermana de su abuela y que vivía allí en su casa, vieja, sorda, con un olor repelente, el olor a la yerba, esas hojas de canabis que tantas veces había tenido que necesariamente soportar, cuando compartía con sus amigos. Ahí cayo en cuenta, ahí tomo forma recién el recuerdo, -¿Por qué acepte ese porro? ¿Mira en lo que me he metido, ahora como saldré de esto?- el aire comenzó a faltarle., el dolor se hizo angustiante, no sabia como hacer para reponerse, no tenia fuerzas, es mas ya ni podía ver con claridad, le comenzó a invadir el frió, un frió de alma, como si esta se desprendiera del refugio que le daba su cuerpo, poco a poco se apago la memoria, y se fue quedando dormido. La sangre ya había empapado por toda la sala de baño y comenzaba a escurrir bajo la puerta.Abajo en el living, sus amigos, creyéndole dormido se marcharon sin despedirse, su anciana tía abuela, siguió su sueño profundo a tiempos interrumpido por un ronquido forzado, como si a ella, en el final de sus días, también le faltara el aire. Todo parecía normal aquella noche y pareció así hasta hasta el día siguiente.De este hecho, se especulo mucho, se traiciono bastante, se escondieron algunos y criticaron los mismos de siempre. La verdad, nunca se supo, solo un diario amarillento público en letras rojas,“Agobiado por sus problemas y ante la inminente incomprensión y abandono de sus padres, joven drogadicto se suicido, cortándose, con el cuchillo cocinero, su tan criticado pelo largo, y sus dos muñecas… Su padre nunca se perdonara su intransigencia”FIN

2 comentarios:

BELMAR dijo...

Ahora recordé tu blog, detrás de la puerta yace nuestra intimidad des-velada y de-vencijada bajo cad impulso de-vocado. Lo que importa es habitar el lenguaje y no ser un habitante más...

San Francisco dijo...

eso es verdad...